Castillo de Medellín

Entre Mérida y La Serena, en un cerro cercano al río Guadiana, se levanta el castillo de Medellín. Los primeros documentos que se han encontrado sobre su existencia hacen referencia a época musulmana en el siglo XII, desde cuando conserva un espléndido aljibe de doble nave. Más tarde, en el siglo XIII, esta fortaleza fue ocupada por los cristianos, bajo el mando de Fernando III. Poco después, el castillo fue destruido completamente para ser reconstruido en el siglo XV por el conde de Medellín, Don Rodrigo Portocarrero.

En tu visita podrás encontrar las huellas de todos estos episodios en la estructura romboide irregular de esta fortaleza, que se adapta al promontorio en el que se asienta. Su cuerpo principal está dividido por una muralla interna, flanqueado por un muro con cuatro cubos y dos torres. Otra de las peculiaridades de este recinto eran sus cuatro puertas, de las que hoy sólo podrás contemplar dos, una con arco de medio punto y otra con arco apuntado, y dos torres que conforman el centro de los flancos norte y sur, ambas ingeniosamente comunicadas y que permiten el acceso a las distintas plantas. Es indudable que, a pesar del paso del tiempo, el castillo de Medellín conserva su carácter defensivo, que le ha valido ser declarado patrimonio histórico español.