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Pueblos de luz
Un viaje por los 63 pueblos de colonización de Badajoz y Cáceres para descubrir su singularidad arquitectónica y sus valores paisajísticos, culturales y gastronómicos.
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Historia reciente de Extremadura
Un viaje por los 63 pueblos de colonización de Badajoz y Cáceres para descubrir su singularidad arquitectónica y sus valores paisajísticos, culturales y gastronómicos.
Durante la segunda mitad del siglo XX se llevó a cabo en España una serie de actuaciones que modificaron el territorio de manera radical generando grandes áreas para cultivos de regadío. Aunque el planteamiento estaba ya recogido en la II República, cuando se vio la necesidad de realizar la transformación agraria del secano al regadío, la mayor parte de los proyectos no fueron implementados hasta la década de los 50 durante la dictadura franquista.
Fruto de dichas actuaciones se diseñaron y construyeron pueblos de nueva planta conocidos como pueblos de colonización, con la finalidad de promover el desarrollo socioeconómico de estas nuevas zonas regables y en los que se asentarían familias de agricultores para trabajarlas.
En Extremadura, a través del Plan Badajoz y el Plan Cáceres, entre 1952 y 1975 se crearon 63 de los más de 300 pueblos edificados en toda España (42 en Badajoz y 21 en Cáceres), donde muchos arquitectos jóvenes tuvieron la oportunidad de experimentar una suerte de urbanismo del movimiento moderno.
Su construcción generó espacios naturales de gran interés, próximos a recursos culturales y patrimoniales destacados.
Las actuaciones llevadas a cabo provocaron un cambio no solo en el paisaje, ya que la introducción de cultivos (maíz, arroz, alfalfa, colza, hortalizas, frutales, praderas herbáceas…), los grandes embalses, las presas menores de regulación y un complejo entramado de canales y desagües favorecieron el establecimiento de especies que no estaban presentes. Muchos de estos lugares son Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y están incluidas en la Red Natura 2000 por su alto valor natural.
Actualmente, numerosas empresas y agentes locales ofrecen decenas de experiencias turísticas para conocer la historia y el patrimonio de los Pueblos de Luz, su entorno y sus productos más emblemáticos, como el jamón ibérico, el vino o el pimentón, entre otros.
Rutas de senderismo y cicloturismo, paseos a caballo, observación de aves y estrellas, gastronomía, enoturismo, deportes acuáticos, turismo aéreo y visitas culturales que ponen de relieve, por ejemplo, la arquitectura religiosa de vanguardia. En muchas iglesias pueden apreciarse retablos, esculturas, vidrieras y pinturas muy rompedoras en su época.
Te proponemos un recorrido por las 7 zonas en las que se agrupan los pueblos de colonización extremeños. Comenzamos en Badajoz.
Vegas Altas del Guadiana
Es la mayor área de regadío de Extremadura, en extensión y en número de pueblos (24), separados entre sí por pocos kilómetros. Son Obando, Vegas Altas, Los Guadalperales, Zurbarán, Valdivia, Cristóbal Colón, Fernando V, Casas del Castillo de la Encomienda, Entrerríos, Palazuelo, Puebla de Alcollarín, Pizarro, Casar de Miajadas, Alonso de Ojeda, Gargáligas, El Torviscal, Vivares, Ruecas, Hernán Cortés, Valdehornillos, Conquista del Guadiana, Yelbes, Torrefresneda y Docenario.
Entre sus grandes extensiones de cultivos destacan los frutales y arrozales, que convierten el territorio en un gran recurso alimenticio para numerosas poblaciones de avifauna. Es, además, la principal área de invernada de la grulla en el sur de Europa.
Para disfrutar de la naturaleza, observar gran variedad de aves y realizar actividades al aire libre, también te gustará conocer otros puntos de interés como el Parque Periurbano de Conservación y Ocio Dehesa de Moheda Alta, que forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura y alberga el Festival de las Grullas; la ZEPA Arrozales de Palazuelo y Guadalperales y el Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana, que une Villanueva de la Serena y Logrosán. Completa tu itinerario con una visita a Medellín, conocida por su teatro romano, su castillo y su vinculación con América (aquí nació el conquistador Hernán Cortés).
Vegas Bajas del Guadiana
El protagonista y el nexo de unión de esta comarca, situada en el centro de Extremadura, es el Guadiana. En ella, encontramos 16 Pueblos de Luz: Lácara, Barbaño, Guadajira, Valdelacalzada, Guadiana, Alcazaba, Pueblonuevo del Guadiana, Alvarado, Balboa, Novelda del Guadiana, Villafranco del Guadiana, Sagrajas, Valdebótoa, Gévora, San Rafael de Olivenza y San Francisco de Olivenza.
Entre ellos, destaca Valdelacalzada, primer pueblo de colonización de España y sede del Museo de los Pueblos de Colonización.
El paisaje predominante está vinculado a los cultivos hortofrutícolas y de frutales, que generan un cambio cromático que, según las estaciones, es todo un espectáculo paisajístico. Este fenómeno se concentra alrededor de Valdelacalzada y Pueblonuevo del Guadiana principalmente, donde se celebran actividades relacionadas con la floración, como el Festival Valdelacalzada en Flor.
El valor paisajístico más expresivo en las Vegas Bajas lo aportan los ríos Guadiana y Gévora, ambos Zonas de Especial Protección. Otros espacios de interés son el embalse de Los Canchales (ZEPA y Humedal de Importancia Internacional) y el Camino Natural del Guadiana, que permite recorrer pueblos como Pueblonuevo del Guadiana, Novelda del Guadiana, Sagrajas y Gévora.
Incluye en tu itinerario una visita a la villa romana de Torreáguila, muy cerca de Barbaño, pedanía de Montijo donde se celebra el Festival Romano ‘Amnis Callis’.
Valle de Ardila
Al suroeste de la región se encuentra la zona regable del Valle del Ardila, que comprende La Bazana, Valuengo y Brovales. El río ofrece un paisaje de alto interés ornitológico y botánico.
La zona es un paraíso para la cría del cerdo ibérico, gracias a las extensas dehesas de encinas y alcornoques. El jamón ibérico es el producto estrella y su mejor embajador.
En pocos kilómetros a la redonda puedes conocer el legado templario y los bellos palacios e iglesias de Jerez de los Caballeros y otros enclaves declarados Bien de Interés Cultural, como el Dolmen de la Granja de Toriñuelo, los Menhires del Ardila y la arquitectura, tanto popular como religiosa y gubernamental, de Burguillos del Cerro.
Valle del Alagón
Lindando con Sierra de Gata y Las Hurdes, este valle nos permite recorrer 10 pueblos de colonización: Pradochano, San Gil, Valderrosas, Alagón del Río, Valrío, El Batán, Pajares de la Rivera, Valdencín, Puebla de Argeme y Rincón del Obispo. Todos ellos representan un buen ejemplo del urbanismo del movimiento moderno, diseñados por diferentes arquitectos.
Disfrutarás de los bellos paisajes de los cultivos de regadío, árboles frutales, praderas de pasto para el ganado bovino y extensiones de dehesa.
Para conocer mejor la historia de estos pueblos, los regadíos y las infraestructuras asociadas, visita el Centro de Interpretación del Regadío y la Colonización situado en Alagón del Río.
Muy cerca están Coria, capital del Valle del Alagón, cuyo casco histórico es Bien de Interés Cultural y conserva vestigios de su pasado romano, visigodo y templario, y el santuario barroco de Ntra. Sra. de Argeme. Otro enclave interesante es Galisteo, villa declarada Bien de Interés Cultural, en la que destaca su muralla, magnífico mirador a los Valles del Jerte, Alagón y Ambroz.
Valle del Tiétar
En el norte de Cáceres, con el río Tiétar como nexo, se encuentran cinco pueblos del Campo Arañuelo (Pueblonuevo de Miramontes, Barquilla de Pinares, Rosalejo, Tiétar y Santa María de las Lomas) y Valdeíñigos del Tiétar, que pertenece a La Vera.
En tu recorrido podrás observar sus edificios modernistas, ejemplos de arquitectura sostenible, y su gran riqueza ornitológica, favorecida por los embalses, como el de Valdecañas o Arrocampo, y la diversidad del paisaje conformado por llanuras, dehesas, valles y ríos.
Merece la pena pasear por el Corredor Ecológico y de Biodiversidad de los Pinares del Tiétar, únicas masas de pinar autóctono de Extremadura, donde observarás cigüeñas negras, alimoches y otras muchas aves.
Además, te recomendamos visitar las ruinas romanas de Augustóbriga en Bohonal de Ibor, el Centro de Interpretación Orchydarium en Almaraz y el Museo del Tabaco en Rosalejo.
Valle del Árrago
En el noroeste de la región, se localizan Vegaviana y La Moheda de Gata, en la vega del río Árrago, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Tajo.
Vegaviana es uno de los pueblos de colonización más laureados, considerado una de las 17 obras maestras de la arquitectura española del siglo XX, según la Guía de Arquitectura de España 1920-2000, editada por el Ministerio de Fomento.
No puedes terminar tu visita a esta zona sin acercarte a la Sierra de Gata, que alberga bellos parajes, piscinas naturales y pequeños rincones arquitectónicos únicos. Prueba de ello son los conjuntos histórico-artísticos de Gata, Hoyos, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo y Trevejo. O el embalse de Borbollón, ZEPA y hogar de multitud de especies, como las grullas, y cuya infraestructura permite la práctica de numerosas actividades acuáticas.
Sur del río Tajo
En esta zona existen únicamente dos pueblos de colonización: Rincón de Ballesteros y Valdesalor. Se localizan en el municipio de Cáceres, a una distancia de 30 km, hecho poco habitual en los territorios de colonización dedicados al regadío.
Muy cerca puedes visitar Cáceres, ciudad Patrimonio de la Humanidad y tercer conjunto monumental mejor conservado de Europa, y la Basílica de Santa Lucía del Trampal, único templo visigodo que se conserva en pie en el sur de la Península Ibérica.
Guía Pueblos de Luz