Alburquerque

Enclavado en la Sierra de San Pedro, desde el municipio pacense de Alburquerque puedes contemplar las tierras de Portugal, a la vez que disfrutas de las zonas serranas y de las grandes dehesas de encinas de esta magnífica zona, que buena parte es considerada espacio natural protegido.

Su fundación se remonta a época árabe, o incluso anterior, en los años de dominación romana. Pero sus monumentos más característicos fueron levantados en la Edad Media, como comprobarás al pasear por su casco histórico, coronado por el castillo de Luna, la muralla que rodea el barrio gótico-judío Villa Adentro, la puerta de la villa y la puerta de Valencia.

A estos se suman muchos otros edificios emblemáticos de corte religioso que ponen de manifiesto  el gran legado patrimonial de Alburquerque, como el Santuario de Nuestra Señora de Carrión, la iglesia de San Mateo, la iglesia de San Francisco, el convento de la Madre de Dios y la ermita de Nuestra Señora de la Soledad. Además, en los alrededores de la localidad podrás completar unas pinturas rupestres que datan de la Edad de Bronce y fueron declaradas monumento nacional en 1942.

Y es que el pasado de Alburquerque ha dejado una huella indeleble en las tradiciones actuales, tal y como descubrirás en sus fiestas, como la romería de la Virgen de Carrión, el Festival Medieval Villa de Alburquerque, declarada fiesta de interés turístico de Extremadura, la Semana Santa, la feria del ganado y el Festival de música indie-pop Contempopránea.