Los Santos de Maimona

La villa de Los Santos de Maimona, cuya existencia se remonta al Calcolítico, está enclavada entre las sierras de San Jorge, San Cristóbal y la Cabrera, en un área de suaves lomas. Se asienta junto a la Vía de la Plata, en el tramo que une Mérida con Sevilla y, como recuerdo del paso de los bereberes por sus tierras, ha quedado la zona en la que actualmente se halla el casco antiguo, en la que se encontraba el alto del Cabezo desde el que se organizan y trazan sus calles. También son símbolo de su paso los numerosos molinos y norias que encontrarás si paseas alrededor de las huertas que rodean el pueblo.

La época de mayor prosperidad de Los Santos de Maimona fue el siglo XVI, por lo que como podrás comprobar la mayoría de sus construcciones más importantes también son de este siglo. Lo es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, en cuyo altar mayor se encuentra el cuadro "La huída a Egipto" que se atribuye a Francisco de Zurbarán. Otra de las piezas clave de esta iglesia en el Jesús Nazareno de Berruguete.

El Palacio de la Encomienda es uno de los destinos a marcar en tu hoja de ruta, pues es el edificio de arquitectura típica de la Orden de Santiago mejor conservado de España. 

Se sabe que en Los Santos de Maimona había muchas ermitas porque se veneraba a muchos santos, de ahí su nombre. Entre las que aún puedes visitar destacan la de San Lorenzo, la de San Isidro y, a las afuera del pueblo, de camino a Badajoz, el santuario de Nuestra Señora de la Estrella. 

Las fiestas más populares de Los Santos de Maimona son el domingo de Quasimodo, que se celebra el domingo siguiente al de Resurrección y en el que se degusta un dulce típico de la zona: el hornazo; la fiesta de la vendimia, y las celebradas en honor a Nuestra Señora de la Estrella.

Si te gusta la artesanía, te encantarán los encajes y bordados artesanales, a mano y a máquina, que crean algunos especialistas de la tierra. Y si prefieres disfrutar de la gastronomía, te aconsejo degustar los potajes, la chanfaina, las “fatigas”, la caldereta, las setas, las “tostás guisás”, la pipirigaña, las migas y el famoso bacalao en cantina. 

De la zona también son buenos los aceites y aceitunas y en lo que se refiere a bebida, es muy típica la “gloria”, derivada del mosto de uva y los vinos D.O. Ribera del Guadiana. 

En repostería son típicos los dulces caseros: perrunillas, roscas fritas, gañotes, prestines y los tradicionales hornazos en Pascua de los que hablábamos antes, además del pastelón de hojaldre famoso en toda la región.