Plasencia, Cáparra y Hervás

En el Camino de la Vía de la Plata encontrarás, entre otras, las ciudades de Hervás y Plasencia; dos ciudades con un pasado multicultural y un gran peso histórico que podrás respirar por cada uno de sus rincones.

Hervás, situada en el Valle del Ambroz,surge en el s.XII a partir de una ermita, edificada por los templarios, situada junto al rio Santihervás, de donde proviene su nombre.

En el s.XV se establece la comunidad hebrea en Hervás, hecho que ha marcado significativamente a esta población. De esta época data su Barrio Judío, declarado Conjunto Histórico Artístico. Puedes perderte en sus callejuelas laberínticas para disfrutar de una de las juderías mejor conservadas de España y sumergirte en una época pasada en un barrio formado por casas de adobe y madera.

Si tienes tiempo, participa de la Fiesta Popular de Los Conversos, en la que a lo largo de varios días, esta localidad vuelve a la Edad Media, con una ambientación histórica de su Barrio Judío, en ella participan más de 400 vecinos, recreando una aldea típica de aquella época con sus usos y costumbres, representando diversos oficios, con la participación de comerciantes, titiriteros, artesanos y demás gentes que habitaban la Villa en el siglo XV. Además de recrear la vida pasada de la Aldea, cada año representan obras teatrales centradas en la historia de la comunidad judía establecida en la población.

También te invitamos a visitar la Iglesia de Santa María de la Asunción de Aguas Vivas, situada en el punto más alto de la villa. Otro edificio interesante es el palacio de los Dávila, de estilo barroco dieciochesco, que en la actualidad alberga el museo  Pérez Comendador-Leroux.

Si continuas hacia Plasencia,(entre Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla) te encontrarás con las ruinas romanas de Cáparra, situadas en el Valle del Alagón. Allí podrás admirar el arco cuadrifronte de Cáparra, el  monumento más importante y mejor conservado bajo el que discurre la Vía de la Plata. Cerca, puedes visitar el Centro de Interpretación General de la Vía de la Plata, donde te informarán de todo lo que necesites saber sobre esta magnífica vía y el pasado de esta ciudad romana.

Y a orillas del Río Jerte, finalmente llegamos a Plasencia, declarada Conjunto Histórico de Interés Cultural. Una localidad con un rico casco histórico fruto de las múltiples culturas que han pasado por ella y de su estratégico enclave en la Vía de la Plata. Tras habitar en ella romanos y árabes, Alfonso VIII la reconquista y repuebla en el s.XII.

Palacios, casas nobles e importantes construcciones religiosas la dotan de un casco histórico monumental. Conserva parte de sus murallas con sus puertas y torres defensivas, un trazado concéntrico de calles que desembocan en la Plaza Mayor. En ésta se encuentra el Ayuntamiento y se celebra  tdodos los años el Martes Mayor, fiesta declarada de Interés Turístico de Extremadura.

Otro de los edificios más representativos de la ciudad y que no puedes dejar de visitar es la Catedral, dividida en dos, la Vieja y la Nueva. La Catedral Vieja es románica (pese a haber sido construída en el s.XIII con arquitectos de la talla de Juan Francés, destacando en ella su sala capitular) y la Nueva, en cuya construcción participaron, entre otros, Covarrubias, Diego de Siloé y Gil de Hontañón, cuenta con elementos góticos y renacentistas, destacando el coro de Rodrigo Alemán y el retablo mayor de Gregorio Fernández. Muy cerca de la Catedral, se encuentra el Museo Etnográfico y Textil Provincial Pérez Enciso, el más importante de la provincia en su género.

Puedes da un paseo por sus calles medievales, en las cuáles podrás ver La Casa del Deán o de las Dos Torres, el Palacio de los Marqueses de Mirabel, la Iglesia de San Nicolás, de San Esteban, el Palacio Episcopal, el Hospital Provincial o el antiguo convento de Santo Domingo, que es el actual Parador; y degustar su deliciosa gastronomía con platos de setas, escabeches, truchas y cabrito, asado o guisado. Sin olvidarnos del jamón ibérico de la Dehesa de Extremadura, quesos de La Serena,  tortas del Casar, cerezas del Valle del Jerte… todo ello con Denominación de Origen.