Robledillo de Gata

Este municipio cacereño, Bien de Interés Cultural, atesora numerosos monumentos y una lengua propia.

Un paseo por su casco histórico y el placer de sus platos típicos serán suficiente para conquistar al visitante que, además, se sentirá como en casa gracias a la estupenda acogida de las gentes de Coria.

Hay rincones del norte de Extremadura que aún conservan una lengua propia.

La que fue casa del poeta en Guijo de Granadilla se encuentra abierta al público en forma de museo.

Esta fortificación cacereña, desde la que se puede contemplar el paisaje de Sierra de Gata, se construyó sobre los restos de una edificación árabe, de la que aún guarda vestigios.

Este puente sirvió en el siglo II para salvar la distancia que separaba ambas orillas del río Alagón.

Desde su inauguración, la plaza de toros de Montehermoso representa un sitio ideal para todas las celebraciones de este municipio cacereño.

Aunque pueda pasar desapercibido a primera vista, el escudo de armas que adorna la fuente conocida como El Chorro, ubicada en el municipio cacereño de Gata, guarda más de una sorpresa histórica.

Este templo, levantado en el municipio cacereño de Gata, se empezó a construir en el siglo XVI y protagonizó una ampliación en el siglo XVIII, que marcó un estilo único.

Rodeada de bellos paisajes, esta alquería de Las Hurdes conserva casas de arquitectura popular y sorprende con dos lugares de visita obligada: el impresionante Chorro de la Meancera y el enigmático Volcán del Gasco.

Disfruta de las cristalinas aguas de Jevero en una de las piscinas naturales más peculiares y bonitas de Extremadura.

En la localidad cacereña de Acebo existen dos piscinas naturales, que cuentan con zonas acondicionadas para el descanso.

Piscina natural creada con la confluencia de dos ríos, situada junto al pueblo de Ladrillar.