Gastronomía
Ruta del Aceite
La olivicultura y la producción de aceite de oliva son un referente histórico, cultural, etnográfico y gastronómico en Extremadura, con un recorrido de 2500 años acreditado por registros arqueológicos y fuentes historiográficas.
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Ruta del Aceite
La olivicultura y la producción de aceite de oliva son un referente histórico, cultural, etnográfico y gastronómico en Extremadura, con un recorrido de 2500 años acreditado por registros arqueológicos y fuentes historiográficas.
¿Te gustaría visitar una almazara y conocer el proceso de elaboración del aceite de oliva? ¿Sabías que en Extremadura hay olivos milenarios y restos arqueológicos que acreditan la presencia oleícola desde hace más de 2000 años?
Descubrir todo esto y mucho más es posible gracias al Club de Producto Ruta del Aceite de Extremadura, una iniciativa público-privada, impulsada por la Dirección General de Turismo, que agrupa a almazaras, alojamientos singulares de oleoturismo emplazados en antiguas almazaras o que conservan restos del patrimonio etnográfico oleícola, restaurantes, empresas de actividades, comercios gastronómicos, museos y centros de interpretación.
Guía de experiencias
Esta iniciativa pretende organizar y estructurar la oferta de servicios turísticos relacionados con el turismo gastronómico que tiene al aceite de oliva como principal recurso. Ofreciendo experiencias, eventos y otras acciones para así dinamizar la actividad turística.
Este itinerario de turismo gastronómico está vinculado a los dos territorios extremeños con Denominaciones de Origen Protegidas de Aceite de Oliva, el Aceite Gata-Hurdes, el Aceite Monterrubio y el Aceite Villuercas-Ibores-Jara. Junto con otros territorios de gran importancia por la calidad de sus aceites, como son Sierra de Montánchez-Tamuja, Comarca Miajadas-Trujillo, Monfragüe y su entorno, Campo Arañuelo, Sierra de San Pedro-Los Baldíos, La Siberia, Tierra de Barros, Zafra-Río Bodión, Vegas Altas del guadiana, Vegas Bajas del Guadiana, Tentudía, comarca de Olivenza y Campiña Sur.
LA TRADICIÓN OLEÍCOLA EN EXTREMADURA
La olivicultura y la producción de aceite de oliva son un referente histórico, cultural, etnográfico y gastronómico en Extremadura, con un recorrido de 2500 años acreditado por registros arqueológicos y fuentes historiográficas.
Esta antigua tradición oleícola se mantiene a día de hoy con la pervivencia de muchos de los mismos usos, que junto con los estándares de calidad de las dos D.O.P. extremeñas hacen que en nuestra región se produzca un excelente aceite de oliva, que entronca directamente con la calidad del que aquí se producía hace 2000 años.
La presencia del olivo y el aceite en Extremadura queda acreditada en diversos yacimientos arqueológicos como el yacimiento tartésico de La Mata en Campanario o la villa romana de Torreáguila, cerca de la localidad de Barbaño, es el mejor ejemplo visitable de almazara romana que mantiene todo el sistema de producción de aceite de oliva.
En la comarca de La Serena existe una amplia presencia de villas romanas vinculadas con la producción de aceite, en las que destacan restos de lagares y prensas olearias elaboradas en roca que hoy día siguen rodeadas de olivares que demuestra una tradición olivarera prácticamente ininterrumpida.
La provincia de Cáceres también cuenta con una importante presencia de lagares y prensas, destacando las prensas del entorno de Santibáñez el Alto, la basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal que debió ser un centro importante de producción aceitera por la cantidad de restos arqueológicos asociados a esta actividad, el entorno de Trujillo y Santa Cruz de la Sierra, o el agger norbensis en la zona de Los Barruecos, Río Salor, Casar de Cáceres y algo más alejado el entorno de Mata de Alcántara.
Los olivos ocuparon y siguen ocupando buena parte del territorio extremeño, con ejemplares milenarios como testigos de la tradición olivarera y aceitera de la mayor parte de Extremadura.
Olivos milenarios cuyo aceite se exportó a Roma a través de las calzadas que conectaban con los puertos de Hispalis (Sevilla) u Olissipo (Lisboa). Olivos cuyo aceite surtió las termas de Alange, Baños de Montemayor o la Nava de Cabeza del Buey, como elemento básico en los tratamientos de bienestar, así como alimento básico que nutrieron a las legiones establecidas en el limes de Germania como atestigua la arqueología.
La calidad del aceite está más que atestiguada y no solo por la historiografía romana, sino también por el relato que viajeros ingleses hacen en el siglo XIX del excelente aceite de Sierra de Gata o el premio conseguido por este aceite en la Expo Universal de Paris del año 1900.
Este itinerario también persigue la puesta en valor, conservación y protección del paisaje que nos regala el cultivo del olivar. Amplias extensiones en la comarca de La Serena o el cultivo en bancales en zonas montañosas de la Sierra de Gata, las Hurdes y Tierras de Granadilla, al norte de la provincia de Cáceres que convive con encinas, jaras, castaños, alcornoques, pinos y robles en el bosque mediterráneo del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara.
RUTA DEL ACEITE DOP GATA-HURDES
Comenzamos por el norte de la provincia de Cáceres, a través de la carretera EX-205 que une Valverde del Fresno con la A-66 a través de la Granja. Atravesaremos las comarcas de Gata, Hurdes y Trasierra-Tierras de Granadilla. También puedes llegar a estas comarcas a través de la EX-A1 que atraviesa la comarca del Valle del Alagón, perteneciente también a la demarcación de esta DOP.
A lo largo de este itinerario, se pueden visitar diversas almazaras que ofrecen visitas a sus olivares, instalaciones, catas de AOVE y actividades de oleoturismo, como Cigüeña Negra en Valverde del Fresno, As Pontis en Eljas, Oleosetin en Marchagaz, Oleum Viejo en Mohedas de Granadilla y Jacoliva en Pozuelo de Zarzón.
La variedad de aceituna con la que se elaboran los vírgenes extra que certifica esta DOP es la Manzanilla Cacereña, una variedad autóctona considerada el oro líquido del norte extremeño.
El aceite de oliva también es el protagonista de diversos recursos culturales y etnográficos en estas comarcas, tales como el Museo Molino del Medio en Robledillo de Gata, el Centro de Interpretación del Aceite en Marchagaz y el Centro de Interpretación Comarcal de la Sierra de Gata en Torre de Don Miguel.
El Museo Molino del Medio es una antigua almazara de origen medieval que funcionó hasta 1973, tras una laboriosa restauración, reabrió como museo en 2004. Ha sido premiada por la Asociación Española de Municipios del Olivo por "brindar al visitante la posibilidad de conocer una antigua almazara única en España".
Para conocer los usos y costumbres de la tradición olivarera de esta comarca merece una visita el Centro de Interpretación Comarcal de la Sierra de Gata en Torre de Don Miguel. Ubicado en uno de los barrios más pintorescos de esta localidad, conocido como del Cancillo, una antigua judería, que conserva su arquitectura popular, entre la que destacan los balcones. El centro ofrece visitas guiadas por la localidad y al Parque Arqueológico Los Molinos. Así se denomina la ruta que discurre a lo largo del Arroyo de San Juan que en tiempos alimentó, al menos, diez molinos de aceite, de los que se conservan varios que conforman este parque.
Ya en la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla, el Centro de Interpretación del Olivo y el Aceite de Marchagaz ofrece un recorrido por olivos centenarios, una almazara tradicional, una almazara moderna y una minialmazara.
El aceite de oliva forma parte de la vida y la tradición de estas comarcas a través de diversas actividades y eventos, una de las más representativas es la Fiesta del Capazo, uno de los ritos más arcaicos que se conservan en toda Extremadura, celebra el final del invierno con la terminación de la molturación de las aceitunas en los molinos. Mediante la purificación del fuego y la ofrenda a la Patrona se pide protección y buenas cosechas. Cada año tiene lugar el sábado siguiente al Domingo de Resurrección.
Además, son visita obligada las localidades con gran interés cultural como Robledillo de Gata, Bien de Interés Cultural, la arquitectura popular de San Martín de Trevejo, conjunto histórico-artístico de Trevejo en Villamiel, castillo de Almenara en Gata o el castillo de Santibáñez el Alto; todos ellos en la comarca de Gata.
En tu recorrido por San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno no te extrañe escuchar hablar y ver carteles escritos en “La Fala” (a Fala), lengua derivada del gallego-portugués medieval que aún pervive. Sin duda, seña de identidad de estas localidades, declarada bien de interés cultural, en la categoría de bien inmaterial.
La comarca Valle del Alagón, en la que se ubica la almazara Jacoliva, ocupa una gran extensión olivarera de la variedad manzanilla cacereña sobre todo en la zona que forma parte de la demarcación de la DOP Gata-Hurdes, en los términos municipales de Montehermoso, Pozuelo de Zarzón y Guijo de Coria. Coria es la capital de esta comarca, centro turístico y comercial. Destaca el conjunto histórico artístico de su casco antiguo, donde se puede visitar la Catedral, el Palacio Episcopal, la muralla, la torre y el puente romano. También puedes visitar el conjunto histórico de Galisteo, que posee una magnífica muralla árabe, y en Montehermoso su Museo Etnográfico, el parque periurbano de conservación donde se encuentra un conjunto megalítico, un molino y unos hornos romanos.
La comarca Trasierra-Tierras de Granadilla es atravesada de norte a sur por la ruta histórica de origen romano Vía de la Plata. De esta época se puede visitar el yacimiento romano de Cáparra con arco cuadrifonte (Bien de Interés Cultural), ubicado entre los términos municipales de Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla, y el puente romano de Cáparra, en Guijo de Granadilla (Bien de Interés Cultural). De estos vestigios romanos podemos obtener más información en el Centro de Interpretación Ciudad Romana de Cáparra.
Recorre el norte de la provincia de Cáceres a través de este itinerario, disfruta de la belleza de sus paisajes, de sus pueblos, de saltos de agua en invierno y piscinas naturales en verano y por supuesto de las excelencias gastronómicas elaboradas con aceite de oliva.
RUTA DOP ACEITE MONTERRUBIO - LA SERENA
La segunda Ruta del Aceite de Extremadura se encuentra en el territorio de La Serena, en la demarcación de la DOP Aceite Monterrubio, cuyo aceite procede fundamentalmente de las variedades Cornezuelo y Picual o Jabata. El cultivo de los olivares conforma un precioso y característico paisaje de extensas lomas y planicies, que albergan entre ellos diversidad de especies vegetales.
Este territorio se encuentra al este de la provincia de Badajoz, al que podemos llegar desde la A66 desviándonos a la altura de Miajadas hacia Villanueva de La Serena y de allí a través de la EX-104 atravesaremos varias localidades hasta llegar a Monterrubio de la Serena.
Entre todas las localidades de la comarca en las que se produce aceite, destaca Monterrubio de la Serena por ser un referente olivarero. Aquí podemos visitar dos almazaras, Cooperativa La Milagrosa y Cooperativa del Campo La Unidad, así como el Museo Tecnológico del Aceite.
En el Museo Tecnológico del Aceite podemos conocer el proceso de fabricación de este alimento, contemplar desde los más rudimentarios objetos hasta las más innovadoras técnicas utilizadas para su extracción y producción. Su visita nos permitirá comprender la evolución que ha experimentado este sector en la localidad y en la zona.
Descubrir la cultura del aceite en esta comarca es posible gracias a diversas actividades experienciales entre las que destaca la ruta en 4x4 de Atutiplan por explotaciones olivareras en la zona de Cabeza del Buey y Monterrubio de la Serena, además de observación de olivos milenarios, visitas a almazaras y a tienda gastronómica.
A lo largo de este itinerario podemos visitar impresionantes tesoros arqueológicos como el yacimiento de Cancho Roano (próximo a Zalamea de la Serena), el conjunto arqueológico de Hijovejo (próximo a Quintana de la Serena) y La Mata (próximo a Campanario). Así como el conjunto histórico de Magacela, donde podrás admirar su castillo y el dolmen del mismo nombre.
Estos parajes atesoran uno de los enclaves mejor conservados de la Península Ibérica por la riqueza y diversidad de sus recursos naturales, y están considerados como uno de los ecosistemas faunísticos más importantes de Europa. Cuatro biotopos casi intactos de sierras, dehesas, humedales y pseudoestepas albergan una de las reservas de aves más importantes del continente que, con la llegada del invierno, es testigo del ritual que acontece en sus milenarias dehesas: la migración de las grullas.
Si recorres este territorio en verano puedes darte un chapuzón en alguna de las playas de sus embalses, como el de Orellana La Vieja que cuenta con una playa de agua dulce con bandera azul o la de Campanario ubicada en la orilla izquierda del embalse de Orellana.