Santa Marta de Magasca

Estamos ante el mayor destino cinégetico de caza menor del mundo y el segundo lugar de Extremadura en cuanto a visitas de turistas ornitológicos.

La perdiz roja encuentra en estos parajes su hábitat idóneo, por lo que no hay otro lugar mejor para unos buenos lances venatorios, tanto en ojeo como al salto y otras modalidades.

La Penillanura Trujillano-cacereña, cuya uniformidad llana queda rota por los encajados y frondosos riberos del Almonte y sus afluentes, constituye un entorno y una unidad paisajística única, que alberga multitud de aves esteparias (como la avutarda y el sisón) en el llano y rapaces en los riberos (buitres, águilas, etc.). Santa Marta de Magasca es la única localidad dentro del vasto territorio que queda entre las vecinas Cáceres y Trujillo, por lo que kilómetros y kilómetros de naturaleza salvaje permanecen inéditos.

Santa Marta de Magasca es el punto de partida ideal para conocer todos los tesoros de Extremadura, no solo por su ubicación en pleno corazón de la Penillanura, entre espacios naturales protegidos, sino también por encontrarse junto a Cáceres, Trujillo y el Parque Nacional de Monfragüe, principales destinos turísticos de la provincia de Cáceres. Con muy buena accesibilidad y a escasos minutos de estos lugares, no pierde su ruralidad, al no encontrar otros pueblos en sus inmediaciones. Desde Santa Marta solo se divisa naturaleza, y se respira paz y tranquilidad como en ningún otro sitio.

Además de la caza menor y la ornitología, las rutas de senderismo y cicloturismo, la fotografía, el pintoresco patrimonio vernáculo, el curioso y desconocido patrimonio histórico-artístico y las tradiciones y fiestas populares, complementan una oferta turística por descubrir.

Tanto el amante de la naturaleza como el que busque descanso, encontrarán en Santa Marta de Magasca un destino único e irrepetible.