Zalamea de la Serena

Zalamea de la Serena, es una de las localidades con más historia de la comarca. En su término municipal se encuentra Cancho Roano (s.VI-IV a.C.), uno de los yacimientos arqueológicos exclusivos y singulares de Extremadura vinculado a la misteriosa cultura de Tartessos. Del mismo periodo se conocen otros enclaves de interés como La Cueva del Valle.

La fundación de la localidad se remonta a tiempos prerromanos y el núcleo actual se originó a partir del municipio romano de Iulipa del cual hoy nos quedan algunos vestigios tales como el Distylo romano, monumento conmemorativo dedicado a Trajano erigido en el 102 d.C, y que es uno de los iconos patrimoniales de Zalamea.

De época medieval destacan la Cisterna, el Castillo de Arribalavilla y el barrio que lo circunda en lo que fuera la antigua villa amurallada, que ocuparía un posible enclave islámico anterior, y se desarrollaría en época cristiana alcanzando su mayor apogeo a finales del siglo XV con el asentamiento en la villa del último maestre de la Orden de Alcántara, D. Juan de Zúñiga. En esta época se erigirían y/o reformarían edificios reseñables como el Palacio de D. Juan de Zúñiga (anexado al castillo) y la Iglesia de Ntra. Sra. de los Milagros, así como diversas casas solariegas que se salpican por el laberíntico entramado de calles de Zalamea, como la Casa de Pedro Crespo (s.XVI).

Del siglo XVII es la Real Capilla del Cristo de la V Angustia, edificación inacabada de cánones clasicistas y que fue uno de los centros espirituales y de peregrinaje más importantes de la Serena.

La visita a Zalamea se puede completar con enclaves de gran valor natural como es el embalse de Zalamea, conocido como "la Charca", un agradable espacio de paseo y recreo donde poder admirar además la espectacular presa y molinos hidráulicos del siglo XVIII (B.I.C).

*Fotos cedidas por la Oficina de Turismo de Zalamea de la Serena.