Escapadas para disfrutar de los días de frío
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Anochece antes y hace frío, pero Extremadura, siempre bella, ofrece numerosas opciones para disfrutar de sus pueblos y ciudades monumentales, sentir la naturaleza a través de sus paisajes y saborear su gastronomía.
Guadalupe, lugar de peregrinación desde hace siglos, se ha puesto de moda gracias a los premios y distinciones que ha recibido recientemente. La villa serrana, en la que destacan el imponente Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio Mundial de la Unesco, y su casco histórico, con hermosas callejuelas, plazas, soportales y balcones, ha sido elegida “Primera Maravilla Rural 2017” por los usuarios del portal Toprural y ganadora del concurso “Luce tu pueblo 2017”, organizado por Ferrero Rocher.
La puebla de Guadalupe, no obstante, es sólo un ejemplo más en la larga lista de localidades con encanto que encontramos de norte a sur de Extremadura. Cuacos de Yuste, donde se localiza el Monasterio de Yuste (Real Sitio y Patrimonio Europeo), Jarandilla de la Vera, Coria, Valencia de Alcántara, Alcántara, Hervás, San Martín de Trevejo, Montánchez, Alburquerque, Olivenza, Jerez de los Caballeros, Azuaga, Llerena y Fregenal de la Sierra, entre otros muchos, bien merecen una visita para deleitarse con su belleza y patrimonio.
Extremadura tiene también un lado urbano e igualmente interesante. Cáceres y Mérida, ambas ciudades Patrimonio Mundial, Badajoz, Plasencia, Trujillo y Zafra cuentan con un abundante y variado legado histórico, propuestas de ocio y cultura que animan sus calles y una oferta gastronómica en la que no faltan los restaurantes de toda la vida, las taperías y las propuestas más vanguardistas. Recorrer sus conjuntos monumentales es viajar por el tiempo a través de catedrales, alcazabas, sinagogas, palacios, iglesias, torres medievales, juderías, murallas, casas señoriales y plazas, siempre llenas de vida y gente, a pesar de los rigores del frío.
El invierno, ¿por qué no?, es una buena época para disfrutar del campo en Extremadura (esta estación es menos dura que en otros lugares de España). Hacer senderismo o andar en bicicleta en espacios protegidos como el Parque Nacional de Monfragüe, el Geoparque Villuercas Ibores Jara y el Parque Natural de Cornalvo o visitar comarcas como Sierra de Gata, Las Hurdes, Valle del Jerte, Valle del Ambroz, La Vera, La Siberia, Campiña Sur o Tentudía, entre otras, son planes altamente recomendables.
En Extremadura se come bien en cualquier mes del año. Y en esto ayuda mucho su generosa despensa: jamón ibérico de bellota, embutidos, cordero, ternera, aceite de oliva virgen extra, pimentón, arroz, hortalizas, miel, higos, vino, cava, turrones, dulces tradicionales… y, por supuesto, los quesos.
Recientemente se ha puesto en marcha la Ruta del Queso de Extremadura, un itinerario turístico que reúne a unas 50 empresas de la región, desde explotaciones ganaderas hasta restaurantes, alojamientos y tiendas, y que permite conocer el origen de productos como la torta del Casar y los quesos de La Serena e Ibores y degustar estos manjares en sus territorios.