El invierno cobra otra dimensión en Extremadura

En Extremadura, el encanto del invierno se manifiesta con nombre propio. (Por algo será que más de 130.000 grullas eligen nuestra tierra para migrar y pasar esta época…) Y es que, sin nada que envidiar a los grandes destinos de montaña, nuestra rica geografía te ofrece enclaves dignos de las postales más sugerentes de los Pirineos o los Alpes.

Acércate a la Garganta de los Infiernos y comprueba, en primera persona, cómo el vigor de la naturaleza es capaz de abrirse paso entre los relieves más escarpados. ¿Te atreves a improvisar tu propia ruta?

Pero si eres de los que prefieren disfrutar de la belleza del frío desde la comodidad del calor, entonces te proponemos sacar el bañador. Porque, aunque te suene un poco descolocado, nuestro potente turismo termal anima a recordar sensaciones del verano.

Como sensaciones te transmitirán también nuestra potente oferta cultural. El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida o el Museo Arqueológico de Badajoz son dos ejemplos de renombre. Por no hablar del aljibe del Palacio de las Veletas, en Cáceres. Un asombroso y recogido espacio, huella del esplendor árabe y de la otra vida que hace siglos tuvo la ciudad.

¿Lo que te llama de verdad es firmar una escapada navideña? No necesitas volar a Viena, Budapest o Bruselas para disfrutar de vistosas ciudades decoradas para la ocasión. Cáceres, Badajoz, Mérida o Plasencia son algunos ejemplos de lugares que se visten de gala, sorprendiendo a los visitantes con potentes juegos de luces. Además, en Jerez de los Caballeros montamos cada año uno de los belenes más grandes de Europa con cerca de 8.000 figuras.

Y una vez pasadas las navidades, tampoco nos quedamos atrás en los carnavales. Y es que, aunque te vengan a la mente algún otro país al pensar en estas fiestas, te sorprenderá saber que numerosas localidades se vuelcan en la celebración de estas fechas a través del humor y la sátira hasta el punto de haber conseguido, los de Badajoz, la denominación de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Como también la posee El Jarramplas, una popular fiesta en la localidad de Piornal, en la que una lluvia de nabos recibe cada año a un vecino vestido de demonio en representación de todo lo odiado y lo que se quiere dejar atrás.

Como ves, Extremadura muestra también en invierno una gran variedad de propuestas donde el frío no siempre es el protagonista. Y es que a veces sorprende encontrarte todo lo que imaginas, donde no te lo imaginas…