Miradores
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Un recorrido por 20 lugares que deslumbran por sus paisajes naturales y urbanos.
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Vistas privilegiadas
Un recorrido por 20 lugares que deslumbran por sus paisajes naturales y urbanos.
Salto del Gitano (Parque Nacional de Monfragüe)
Es posiblemente la imagen más emblemática de Monfragüe, con permiso de otros enclaves espectaculares del Parque Nacional como el castillo, la Portilla del Tiétar o La Tajadilla. El río Tajo hace de barrera natural entre el mirador y la gran mole de cuarcita del Salto del Gitano, también conocida como Peña Falcón. Es un excelente punto para observar aves, como buitres leonados, buitres negros, alimoches y cigüeñas negras, entre otras especies.
Mirador de La Antigua (Meandro de El Melero, Las Hurdes)
Otra imagen icónica y muy fotografiada de Extremadura. Desde La Antigua, situada en Riomalo de Abajo (Caminomorisco), se divisa el meandro del río Alagón, límite natural entre las provincias de Cáceres y Salamanca.
La Pregonera (Casares de Las Hurdes, Las Hurdes)
Buen sitio para emocionarse con los paisajes hurdanos. A unos 1.500 metros de altitud tenemos las cumbres que separan Extremadura y Castilla y León, el sinuoso valle del río Hurdano, la Sierra de Francia en la provincia de Salamanca y la Sierra de Malcata, en Portugal.
Cabezabellosa (Trasierra-Tierras de Granadilla)
El mirador se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de este pueblo de 400 habitantes. Las vistas desde el Cerro del Búho, en el entorno de la ermita del castillo, son increíbles. Se ven las comarcas de Trasierra-Tierras de Granadilla, Valle del Ambroz, Las Hurdes, Sierra de Gata, Valle del Alagón e incluso la Sierra de Francia y, al oeste, Portugal.
La Memoria (El Torno, Valle del Jerte)
Las esculturas desnudas de tres hombres y una mujer forman una composición que no deja indiferente a nadie. Fueron encargadas al escultor Francisco Cedenilla Carrasco por la Asociación de Jóvenes del Valle del Jerte y están dedicadas a los olvidados de la Guerra Civil y la dictadura franquista. Desde allí, la panorámica de la Sierra de Tormantos y del Valle del Jerte es magnífica.
Balcón del Valle (Piornal, Valle del Jerte)
Estamos en el pueblo más alto de Extremadura, a 1.175 metros de altitud. En varios puntos del municipio existen buenas localizaciones para ver la inmensidad del Valle del Jerte, pero esta es la más popular de Piornal.
La Serrana (Garganta la Olla, La Vera)
Debe su nombre a uno de los personajes de leyenda más conocidos de Extremadura. Desde allí, al lado de la estatua dedicada a la Serrana de la Vera, apreciamos las montañas y Garganta la Olla, bonito pueblo declarado conjunto histórico-artístico.
Las Ollas de Yuste (Cuacos de Yuste, La Vera)
El agua ha tallado unas formas muy curiosas en las rocas graníticas de la Garganta de Cascarones. Vale la pena visitar este paraje natural e ir hasta las Ollas de Yuste. Las pozas nos recuerdan a Los Pilones de la Garganta de los Infiernos, en el Valle del Jerte.
Balcón del Mundo (Alcántara, Tajo Internacional)
El río más largo de la Península Ibérica nos ofrece unas estampas deslumbrantes en su tramo internacional. Hay varios miradores interesantes en la Reserva de la Biosfera (La Carrasquera, Negrales, Mari Loza, Las Viñas…), pero quizá uno de los más famosos es el Balcón del Mundo, en Alcántara. Vemos el Tajo, el puente romano, el conjunto monumental de esta villa y la presa.
Risco de la Villuerca (Geoparque Villuercas-Ibores-Jara)
La cima más alta del único geoparque extremeño, a 1.600 metros de altitud, no defrauda. Contemplamos los valles de los ríos Guadalupe y Ruecas, sierras, numerosos sinclinales y anticlinales, las rañas de Alía y Cañamero, la penillanura circundante y, al norte, la sierra de Gredos. Subir desde el Humilladero de Guadalupe hasta el Risco de la Villuerca (también llamado Pico de la Villuerca), a través de una carretera de 11 km, es un libro abierto de geología, geomorfología, paleontología, hidrología, botánica, fauna, historia y cultura.
Cabañas del Castillo (Geoparque Villuercas-Ibores-Jara)
Otra atalaya para hacer ‘geoturismo’. Desde el castillo de origen musulmán, posteriormente utilizado por órdenes militares cristianas, como la de Calatrava, se ven extensas dehesas, las sierras por donde discurre la garganta de Santa Lucía, afluente del río Almonte, y los Llanos de Trujillo.
Puerto Peña (Talarrubias, La Siberia)
Uno de los rincones más impresionantes de Extremadura para observar aves. Debido a su alto valor ornitológico, este precioso enclave, situado en la Reserva de la Biosfera de La Siberia, forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) ‘Puerto Peña-Los Golondrinos’. Buitre leonado, alimoche, cigüeña negra, halcón peregrino y águila real son algunas de las especies que pueden verse en la zona.
Galizuela (Esparragosa de Lares, La Siberia)
Aquí se sitúa uno de los muchos Miradores Celestes que forman parte de la red ‘Extremadura Buenas Noches’. De día, tenemos una perspectiva maravillosa de Cerro Masatrigo, una curiosa montaña con forma de cono que emerge de las aguas del embalse de La Serena. Este capricho de la geología ha sido declarado Monumento Natural. De noche, veremos un cielo plagado de estrellas.
Alcazaba de Reina (Campiña Sur)
Otro Mirador Celeste para deleitarse con el cielo nocturno y los paisajes de la Campiña Sur. Está ubicado en la alcazaba almohade, a unos metros de una ermita del siglo XV.
Sierra de Alor (San Jorge de Alor, Olivenza)
A pocos kilómetros del centro urbano de Olivenza, en la pedanía de San Jorge de Alor, se localiza la Sierra de Alor, de gran valor faunístico y botánico. En primavera, florece la hermosa peonía o rosa de Alejandría (Paeonia broteri), además de un sinfín de orquídeas y otras plantas de interés. En la sierra hay varios observatorios que se asoman a los Llanos de Olivenza y Portugal.
Cerro de Tentudía (Calera de León, Tentudía)
El punto más alto de la provincia de Badajoz, a 1.104 metros de altitud. Llegar hasta allí tiene premio doble: ver las estribaciones de Sierra Morena (muy cerca está Bonales, la cumbre más alta de la provincia de Huelva) y conocer una de las joyas del arte mudéjar español. En ese balcón natural que forma el Cerro de Tentudía, se encuentra el monasterio del mismo nombre, construido entre los siglos XIII y XVI. Fue sede de la Orden de Santiago.
San Marquino (Cáceres)
La belleza de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad se puede apreciar desde muchos lugares (por ejemplo, desde la torre de Bujaco, en la Plaza Mayor). El barrio de San Marquino, a unos pasos del centro histórico, brinda una imagen muy fotografiada por cacereños y visitantes, con varios edificios significativos del conjunto monumental y la muralla almohade.
Alcazaba de Mérida
Las fortalezas y castillos nos ofrecen siempre unas vistas espectaculares. Y la alcazaba emeritense no podía ser menos. Fue la primera que levantaron los árabes en la Península Ibérica, mandada construir por el emir omeya Abderramán II en el año 835. Desde aquí vemos el Guadiana, el Parque de la Isla y los puentes romano y Lusitania, este último diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.
Alcazaba de Badajoz
Seguimos en el Guadiana, pero río abajo, en la capital pacense. Su alcazaba árabe es la más grande de Europa, con 1.200 metros de lienzo de muralla. Tenemos ante nosotros una perspectiva muy amplia de la ciudad y de algunos de sus iconos: el Guadiana, la torre de Espantaperros, la Plaza Alta, el puente de Palmas, el fuerte de San Cristóbal… y, al oeste, Portugal. Los atardeceres son inolvidables.
Mirador de Sorolla (Plasencia)
El genial pintor valenciano no solo inmortalizó imágenes del Mediterráneo. En 1917 estuvo en Plasencia y nos dejó la obra ‘El mercado’, uno de los 14 grandes paneles que realizó para la Hispanic Society de Nueva York dentro del proyecto ‘Visión de España’. Desde el rincón de Sorolla, como también le llaman los placentinos, se ve el centro histórico de la capital del Jerte.