Santa Marta de los Barros

Un informe de 1783 dice que la villa de Santa Marta se fundó sobre un solar de la antigua Pontecilla y que debe su nombre a la patrona de la iglesia del pueblo. Y es que Santa Marta de los Barros es una ciudad relativamente joven y dinámica. Si paseas por sus calles, antes o después pasarás por la iglesia parroquial dedicada a la patrona que da nombre a la villa, un templo de granito del siglo XV con portada de estilo gótico que atesora en su interior un gran retablo rococó de cascarón que bien merece una visita. 

La Plaza de la Constitución, en la que se encuentra el ayuntamiento, y la de las Palmeras o la perrunilla, como se la llama por su forma, de reciente construcción, suelen servir de punto de encuentro para los habitantes de la localidad. Una villa que a finales del XIX y principios del XX fue minera, como demuestran las minas de calderonita que aún se conservan, entre las que destaca la mina de las Colmenitas.  

No te olvides de pasar por la medieval Fuente del Pilar, y, por supuesto que tienes que visitar el tranvía que donó Bartolomé Gil Santa Cruz a la localidad y que tras ser restaurado se ha convertido en símbolo de la localidad.

Pero si quieres conocer a fondo el pasar de los años por Santa Marta de los Barros, lo mejor es visitar su museo etnográfico, dividido en ocho salas temáticas en las que aprender sobre su historia, los oficios, los productos del campo...